¿Entusiastas o escépticos?

No tengo remedio.
 
Ando hoy con la cabeza espesa, pero en vez de escribir algo ligerito y fácilmente digerible, voy y…
 
 
 
 
Venga, te lanzo una pregunta:
 
 
 
 
¿Cuándo fue la última vez que pensaste en cómo tomas decisiones?
 
 
 
 
Si eres como la mayoría de la gente, nunca nadie te ha enseñado de forma explícita a tomar decisiones eficaces, de esas que pueden ayudar a aumentar las probabilidades de conseguir lo que queremos y reducir los errores.
 
Las tomas como cuando eras pequeño y jugabas al fútbol en la calle, con tus vecinos-barra-amigos.
 
Todo giraba en torno a divertirte y pegarle fuerte al balón, todas las veces posibles. Esperando lo mejor en cada patada. Sin seguir lecciones, pautas, patrones ni movidas.
 
 
Bueno…
 
Este asunto de las decisiones me ha hecho recordar algo interesante que leí por ahí acerca de que hay dos tipos de clientes potenciales:
 
– Unos son muy entusiastas de lo que vendes y lo compran todo.
 
– Otros son escépticos y necesitan ser vendidos.
 
 
Como supondrás, el porcentaje de los primeros es mucho menor.
 
Además, esos entusiastas en muchas ocasiones ni van a leer los textos con los que vendes tu producto o servicio cuando se dispongan a adquirirlo. Y si lo hacen, es para que su mente valide su intención.
 
Los segundos, leen lo que cuentas en tu web, en tus emails… Y piensan que lo que les ofreces es una mierda, que no tienes lo que desean.
 
Y muchas veces ocurre porque con anterioridad han tomado decisiones estúpidas antes al comprar, y a nadie le gusta parecer estúpido de nuevo.
 
Puede que quieran lo que tú tienes.
 
Puede que incluso lo necesiten desesperadamente.
 
Pero estos escépticos buscan razones para no comprarte.
 
Lo lógico sería no perder el tiempo tratando de venderles a ellos, ¿no?
 
Mmm…
 
Te comenté que el porcentaje de escépticos es mayor…
 
Pues, consigue una mayor respuesta yendo a por ellos.
 
A los otros ya los tienes.  

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