Si Tarantino —que trabajó como dependiente de un videoclub— no hubiese disfrutado en su adolescencia de películas como Lady Snowblood, Game of death o Black Sunday, difícilmente hubiese dado forma a Kill Bill.
Nirvana nunca negó las similitudes existentes entre su “Smells Like Teen Spirit” y “More than a Feeling” de Boston.
Y si me apuras, “Saturno devorando a su hijo” de Goya es un calco de “Saturno” de Rubens.
Poca gente se levanta una mañana y, de la nada, crea algo increíble y memorable.
¿Es la observación el ingrediente secreto?
¿Las ideas se acaban, tienen un límite?
En el mundo del marketing, copiando lo que dicen otros —palabra por palabra—, consigues no ser tú.
Pierdes tu estilo.
Tu voz.
Tu personalidad.
Y así, no conectas con tu mercado.
Copiar y pegar, sin más, mata las ventas.
¿Qué opinas?